Para cualquier compañía que pretenda reducir sus emisiones de CO2, el primer paso es comprender en qué punto se encuentra a día de hoy. Al observar la huella de carbono de nuestras propias operaciones en Kalmar, hemos identificado tres áreas principales que debemos abordar. En primer lugar, podemos encontrar maneras de minimizar el consumo energético y las emisiones de CO2 de nuestro propio trabajo y operaciones in situ. Podemos elegir fuentes de electricidad verdes para nuestras instalaciones, reducir el consumo energético de nuestras líneas de montaje y favorecer los vehículos de bajas emisiones para los automóviles de nuestra compañía, por ejemplo.

Todo ello, y mucho más, ya lo hemos estado haciendo durante mucho tiempo y, de hecho, vamos por buen camino para lograr la neutralidad de carbono en nuestras operaciones. No obstante, al evaluar la huella de carbono general de nuestras soluciones, nuestras propias actividades inmediatas son el área más fácil de abordar, pero que representa la parte más pequeña del total. 

Por lo tanto, como paso siguiente, debemos ir más allá para evaluar nuestras cadenas de suministro y logística. ¿Qué materiales y productos utilizamos en nuestra fabricación, de dónde los pedimos, cómo se transportan y cuál es su impacto total de CO2?

Para ir un paso más allá, necesitamos evaluar nuestras cadenas de suministro y logística. 

Según nuestras estimaciones, nuestras cadenas de suministro representan hasta un tercio de la huella de carbono total de Kalmar. Lo desafiante es que resulta mucho más difícil tener un impacto en tu cadena de suministro que en tus propias operaciones. Para Kalmar y otros fabricantes de equipos portuarios, una de las cuestiones más importantes en esta área es la contribución de CO2 de la producción del acero utilizado en la fabricación de nuestros productos. Por el momento, no hay disponibles acero neutro en carbono ni materiales alternativos viables con una huella de carbono menor, aunque esperamos ver algunos desarrollos significativos en este ámbito durante los próximos cinco a diez años. 

Finalmente, y de lejos el factor más importante que determina la huella de carbono de nuestras soluciones es, simplemente, cómo se utilizan estas soluciones. Actualmente (mediados de 2021), la mayoría de los productos Kalmar ya están disponibles como versiones totalmente eléctricas. Eso significa que nuestros clientes tienen la opción de reducir radicalmente el impacto de CO2 in situ de sus operaciones cuando utilizan nuestros productos, pero el debate se centra en la amortización financiero de la inversión de la electrificación, cómo se genera la electricidad y la capacidad de la red eléctrica de respaldar unas operaciones totalmente eléctricas. 

Al igual que casi todas las compañías actuales, los operadores de puertos y terminales deben avanzar hacia la reducción de sus emisiones y su huella de carbono para cumplir con los diversos requisitos de todas las partes interesadas. Al mismo tiempo, las soluciones totalmente eléctricas deben ofrecer un caso de negocio convincente con una amortización de la inversión demostrable. Este es un largo camino que debemos recorrer juntos, y debemos abordar simultáneamente las tres áreas de enfoque mencionadas anteriormente, desde nuestras propias operaciones y cadenas de suministro, hasta la imagen más amplia de cómo se utilizan nuestros productos.

Luchar contra el cambio climático es un desafío que nadie puede resolver solo. 

En Kalmar, no solo creemos que el futuro de las operaciones de terminal y la manipulación de contenedores es eléctrico. Sabemos que lo es. Al mismo tiempo, también sabemos que todos estos grandes desafíos deberán abordarse para que los clientes puedan obtener el beneficio de las soluciones totalmente eléctricas, y podamos, junto con ellos, reducir nuestra huella de carbono total para cumplir con nuestros compromisos.

Luchar contra el cambio climático y reducir nuestro impacto global de CO2 es un desafío que nadie puede resolver solo. Toda la cadena de valor debe participar, en parte siendo más eficiente y eliminando las emisiones de CO2. Podemos construir máquinas totalmente eléctricas respetuosas con el medio ambiente, pero el cambio no se producirá a menos que nuestros clientes las usen. Los resultados no se producirán de la noche a la mañana, pero podemos comenzar tratando de comprender nuestras propias huellas de carbono hoy, establecer objetivos, hacer planes y comenzar a implementarlos.

En Kalmar y Cargotec, estamos comprometidos con nuestros objetivos y tenemos las soluciones para hacer realidad las reducciones de CO2 requeridas. Pero tenemos que hacerlo junto con ustedes, nuestros clientes y proveedores. 

Hay poco tiempo que perder, así que será mejor que aceleremos nuestros esfuerzos. 

 

Antti Kaunonen,
Presidente de Kalmar Automation Solutions

 

Marika Väkiparta
Vicepresidenta de Estrategia y Desarrollo del Negocio, Kalmar Automation Solutions