La primera vez que hablé con Martín Dos Santos, Representante de ventas, Kalmar Latinoamérica. fue para darle la bienvenida, ya que acababa de ser contratado. Ahora sería responsable de las ventas de equipos en varios países de Sudamérica, entre ellos Chile, donde necesitábamos urgentemente mejorar nuestros resultados. En menos de 5 minutos, comprendí que Martin tenía algo especial y que no podíamos haber hecho mejor elección: su claridad de ideas, su forma de hablar firme y educada, su conocimiento del mercado y la alegría de unirse al equipo eran señales muy positivas.

Como era la primera vez que hablábamos, mi valoración de Martin fue demasiado precipitada y superficial. Con el tiempo, empezamos a conocer al ser humano que había detrás de este gran profesional. Constaté que lo mejor estaba aún por conocer. Con un corazón inmenso, sinceridad en sus palabras, leal a cada uno de sus colegas, valores inquebrantables y seguro de sus prioridades, todos percibimos que Martín es una de esas personas que siempre queremos tener cerca.

Martín es uruguayo y siempre tiene el mate a su lado, pero vive en Chile. Podríamos esperar alguna dificultad para adaptarse al mercado chileno, y que los resultados vendrían, pero tendríamos que esperar. Una vez más, me equivoqué. Esta combinación de gran ser humano con excelencia profesional no tiene limitaciones, y Martín convirtió el mercado chileno en uno de los más importantes para Kalmar en Latinoamérica en su primer año. Conquistamos clientes que no nos conocían, no obstante  Martín los convirtió en amigos, transmitiéndoles seguridad y el compromiso con la verdad siempre por delante.

 

El tiempo pasa rápidamente, y cuando nos dimos cuenta, además de los resultados incuestionables, Martín tuvo tiempo para enamorarse. Resulta que conoció a María Loretto “Lore”, que ahora es parte del equipo, y juntos nos trajeron a Clara “Clarita”, que transformó a Martín en papá. Como regalo, Clarita le trajo aún más madurez, más foco y las ganas de ser cada día mejor que ayer. Me admira cuando los fines de semana Martín nos cuenta que con Lore y Clarita han corrido un medio maratón, pedalearon 15 km o subieron una de las lindas montañas chilenas; es incansable.

Han pasado casi 5 años desde aquella primera vez que hablamos, y aún es fácil sorprenderse con Martín. Aunque sabíamos que habíamos fichado a un gran talento, nadie en el equipo se esperaba que en realidad nos había llegado un gran amigo. ¡Qué suerte la nuestra!