El germen de este caso de éxito estuvo, cómo no, en una acertada decisión, producto del conocimiento del sector, de sus necesidades y, en especial, de sus mayores dolores: la falta de espacios de respaldo en los puertos, sobre todo en aquellos como Montevideo, que crecieron codo a codo con la ciudad al punto de verse limitados en su operación por la cercanía de la trama urbana.

Este “confinamiento” del quehacer logístico-portuario ante los límites físicos de los espacios, llevó a STL a mirar más allá. O, en rigor, varios kilómetros del frente marítimo, donde tomaron la determinación de crear un “pulmón” extraportuario que permitiera añadir espacios complementarios a la operación de patios y frentes de atraque.

“Como pasa en todo el mundo, dentro del puerto el espacio es reducido y costoso, por lo cual se vio en ese momento la necesidad de crear un depósito de contenedores vacíos fuera del Puerto de Montevideo. Así fue como nació STL, que está ubicada a 10 kilómetros del puerto, en una de las principales arterias de acceso. Estamos a 15 minutos de transporte del Puerto de Montevideo, tenemos 12 hectáreas de operación con una capacidad para 10 mil TEU”, comenta Marcelo Daissón, gerente de Operaciones y Comercial Armador de STL.

Daissón, con 25 años en la industria, asegura que la clave del éxito de STL ha sido brindar servicios de excelencia a nuestros clientes, priorizando la seguridad de las personas, el cuidado del medio ambiente y el equilibrio con el entorno. Para eso se cuenta con personal altamente capacitado y sensible a las necesidades de sus clientes. Esto ha permitido que STL se haya transformado en el depósito logístico de servicio a los contenedores vacíos de preferencia por las lineas navieras que operan en Uruguay. La clave está en conocer la industria, como ocurrió en su primera y acertada decisión de ir “más allá” del puerto.

“Fue un camino que empezamos a construir prácticamente desde cero, empezando a ganar clientes uno a uno. Hoy, nos hemos transformados en la terminal más grande que concentra la mayoría de los clientes y armadores que operan aquí en Uruguay”, refuerza.

En tanto, Martín Rocchietti, gerente de Logística de STL, añade que “la terminal empezó siendo un depósito de vacíos dependiente del puerto y hoy en día es una terminal logística ‘independiente’, y a futuro orientada a proyectos nuevos, proyectos de depósito, proyectos de cargados, que es lo que nos ha inclinado a asociarnos con Kalmar. Si te ponés a pensar, la última compra de grúa que hicimos fue una grúa Kalmar ECO Reach Stacker, que hoy está trabajando para el consolidado de madera en la terminal”.

Esta asociatividad con Kalmar como proveedor de equipos, reconoce el ejecutivo de STL, ha sido todo un acierto, desde el punto de vista de la compra, puesta en marcha y postventa, lo que da certezas en materia de la operación actual y desarrollo de nuevas iniciativas.

“Desde nuestro origen hemos tenido diferentes experiencias en vacíos, con distintos proveedores, incluso con distintos tipos de máquinas, desde frontales a Reach Stacker. Pero la asociación con Kalmar desde el punto de vista de proveedor y la calidad de los equipos, su nivel de respuesta, disponibilidad de repuestos y versatilidad de las máquinas, ha sido relevante. Así fuimos desarrollando el vínculo, y hoy es nuestro proveedor principal en maquinaria para STL, donde nuestro desarrollo fue también a la par del desarrollo tecnológico que ha ido teniendo Kalmar”, explica.

Ambos profesionales coinciden en que el uso de equipos Kalmar les ha aportado confiabilidad y tranquilidad: sus máquinas pasan menos tiempo en mantenimiento, pero además, –de requerirlo- existe stock permanente de piezas y repuestos gracias al nuevo hub de Panamá, sin contar la buena representación que la marca tiene en Uruguay.

A futuro

Dado el aumento de volúmenes que podría tener Uruguay, cuya política portuaria busca establecer en Montevideo un hub regional para el transbordo de cargas como alternativa a los puertos del sur de Brasil y las terminales de Buenos Aires, STL proyecta seguir creciendo a favor de sus clientes.

“Hoy tenemos 12 hectáreas de operación, pero contamos con 21 hectáreas propias adicionales en las que tenemos la capacidad de ampliarnos y desarrollar nuevos negocios, ya sea para contenedores vacíos, así como también apuntando a nuevos proyectos logísticos. Probablemente durante este año ya tomemos parte de esas hectáreas y estemos avanzando en tres hectáreas más en miras de dicho desarrollo”, augura Marcelo Daissón.

En este sentido, Martín afirma que, además de establecer negocios vinculados a los contenedores vacíos, “estamos analizando la posibilidad de hacer un warehouse de mercadería, para lo cual también necesitamos incorporar equipos y tecnologías. Las Reach Stacker nuevas que nos están llegando ahora, justamente están pensadas en soportar no solamente las cargas actuales, sino ya planificando tener un parque de máquinas que soporten nuestra actividad futura”.

Ese futuro que vislumbran será ambientalmente sostenible y limpio con el compromiso Net Zero; por lo mismo, ya tienen visto sumar a la recién adquirida Kalmar Eco otras grúas y equipos de la firma totalmente eléctricos. 

 

Fuente: Portal Portuario